Tal vez, y debido a una aportación negativa de los demás, no podamos estar jamás satisfechos con nosotros mismos. Puede que nosotros mismos seamos los que fallemos a nuestra integridad personal o puede también que hayamos juzgado nuestras acciones con una comprensión o con una compasión inadecuada…
Aún así, la autoestima es una cuestión de grado. Todos tenemos un cierto grado de autoestima positiva y todos podemos llegar a desarrollarla.
Desarrollar la autoestima significa desarrollar la creencia de que uno es competente para vivir, que merece ser feliz, para así poder enfrentarse a la vida con más confianza, para poder ser más benévolo con uno mismo, para poder tener optimismo,… Todo esto es lo que nos ayuda a: primero ser capaces de proponernos metas y objetivos; segundo: conseguirlos.
Debemos ser capaces de desarrollar nuestra autoestima para ampliar nuestra capacidad de ser felices.
Esta es una cuestión que nos interesa a todos. No hace falta que lleguemos a odiarnos para aprender a querernos más. No hace falta llegar a sentirse insignificante para desear tener más confianza, así como tampoco será necesario sentirse desgraciado o infeliz para desear ampliar nuestra alegría.
Tenemos que pensar que cuanto más alta sea nuestra autoestima, más preparados estaremos para poder enfrentarnos a las adversidades que, inevitablemente, nos va a deparar la vida.
Debemos intentar ser flexibles con nosotros mismos para poder resistir las presiones externas.
Cuanto más cultivemos nuestra autoestima, más posibilidades tendremos para ser creativos a la hora de solventar los problemas, lo que supone a su vez, aumentar las posibilidades de éxito.
Así mismo, si conseguimos tener una adecuada autoestima, seremos más ambiciosos en cuanto a lo que deseamos experimentar en la vida, ya sea en el plano emocional, creativo, espiritual,…
Por ende, tener una autoestima positiva y suficiente nos va a facilitar poder entablar relaciones interpersonales positivas y no destructivas. Tenemos que recordar que somos animales sociales y que las relaciones interpersonales positivas son fuente de placer, de alegría y satisfacción personal.
Podemos decir también que cuanto más alta sea nuestra autoestima, mejor trataremos y valoraremos a nuestros semejantes, más alegría experimentaremos por el simple hecho de ser, de levantarnos cada mañana, de vivir,…
Y todo esto que hemos citado son recompensas que obtenemos por tener confianza en nosotros mismos, por creer en lo que somos y valorarnos día a día, admitiendo nuestros errores, sin olvidar de ver nuestras virtudes…
También te puede interesar
Efectos psicológicos relacionados con el covid 19
Síndrome de Asperger : Qué es y cómo convivir con él
Como enfrentarnos al Covid-19