Cuando hablamos de alopecia nos estamos refiriendo a una pérdida del cabello en los pacientes, bien en el cuero cabelludo o en otra zona corporal.
Es importante cuando abordamos este tema, en cada uno de los pacientes saber si esa pérdida de cabello es brusca o es crónica, es decir, lleva un tiempo prolongado en el que el paciente va perdiendo progresivamente los folículos pilosos.
A su vez, también habrá que saber si esa pérdida aguda o también crónica, también muchas veces porque en ocasiones se entremezclan ambas evoluciones.
Puede ser debida a fármacos que el paciente pueda haber estado tomando o recibiendo por cualquier otro tipo de enfermedad, puede haber muchas veces alteraciones hormonales, que el paciente puede haber presentado en algún momento, puede ser debido también a muchas causas metabólicas, dietas de adelgazamiento, alteraciones en alguna sustancia importante, vitaminas, metabolitos, etc..
Que el paciente puede tener en un momento en concreto, o puede ser también y de hecho la mayoría de las veces o los motivos de consulta por los que el paciente acude, por causas genéticas. Aquí entraría lo que se denomina alopecia androgénica.
La alopecia androgénica, hablamos de este proceso cuando en el paciente existen, en primer lugar antecedentes familiares y existe sobre todo una pérdida de cabello en zonas muy circunscritas, principalmente en el cuero cabelludo. En estos pacientes, hoy en día los tratamientos que están más invocados como posibles soluciones, dependerá sobre todo del estadío, es decir de la severidad del proceso.
Muchas veces en un primer momento o quizá ese grado de afectación es leve, se suele empezar muchas veces por tratamientos locales, suaves, sobre todo ahí entrarían productos o fármacos como el Minoxidil, que lleva unos años en el mercado utilizándose y que produce muchas veces un freno de esa caída progresiva que el paciente refiere.
Un segundo escalón en ese abordaje terapéutico, estarían ya la administración de fármacos como el Finasteride, que quizá lleva ya unos años en el mercado y que tiene la misión sobre todo de frenar la acción de unas hormonas que fisiológicamente en todos los pacientes, tanto en varones como en mujeres están en sangre, y que esas hormonas actúan de una forma anómala en algunas localizaciones como en el cuero cabelludo y que permite por una predisposición genética, que su acción sea diferente, sea más exagerada y que el pelo al paciente se le caiga.
Es en estos casos quizá cuando la intensidad es mayor, cuando el grado de afectación es más importante, cuando se suelen indicar este tipo de fármacos, el finasteride.
Existiría como un tercer escalón, en el tratamiento, en el abordaje de la alopecia androgénica con la cirugía, en estos pacientes la cirugía, bien en forma de implantes capilares o bien en forma de cirugía propiamente dicha, va dirigida sobre todo a corregir zonas, donde la densidad de cabello es mucho menor.
Fuente: Doctor Agustín España, Director del Departamento de Dermatología de la Clínica Universidad de Navarra
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