El cáncer de cabeza y cuello es un cáncer poco conocido, pero es altamente frecuente. No es tan conocido como otros tipos de tumores, como el cáncer de mama o como el cáncer de pulmón.
Pero es un cáncer que afecta mucho a la vida social de los pacientes, es un cáncer que afecta a las áreas del habla, a las áreas encargadas de la ingesta y encargadas de la respiración.
Por lo tanto, cuando se padece se sufren una serie de síntomas que hacen que se altere la vida social de los pacientes.
Es un cáncer que puede llegar a afectar hasta 14.000 pacientes masculinos en España y alrededor de unas 1.800 mujeres al año.
Este tipo de cáncer está muy relacionado con una serie de hábitos que podríamos ir controlando, el más fundamental es el hábito tabáquico. Los fumadores tienen un riesgo mucho más alto de padecer la enfermedad. Si uno deja de fumar, pasados 20 años de dejar de fumar, su riesgo de padecer este tipo de cáncer, se iguala a las personas que no han fumado.
Si a fumar le añadimos el hábito alcohólico, el riesgo de padecer la enfermedad es aún mayor. Si uno es capaz de controlar ese hábito, el dejar de beber, consigue bajar hasta un 40 por ciento el riesgo de padecer este tipo de cáncer.
Existen otros factores de riesgo, que son las contaminaciones por virus. Pero todavía están en investigación cómo se pueden contagiar y cómo podemos prevenirlo.
Sobre este tipo de tumor sería importante también destacar que hay una serie de síntomas que no se conocen y que es importante saber para tratar de detectarlo de una manera precoz.
Todos los tumores cuanto más pequeños los detectemos, más fácil será su curación.
Todos hemos tenido alguna vez alteraciones de la voz o alguna pequeña úlcera en la boca. Esas úlceras son totalmente normales, pero un síntoma de alteración de la voz o de úlcera en la boca que dura más allá de 15 días, ya sería algo para acudir al médico y empezar a estudiar. No quiere decir que todos los casos vayan a ser un cáncer, pero sí es bueno estudiarlo para encontrarlo cuanto antes.
La otra cosa fundamental de este tipo de enfermedad, es que el tratamiento debe ser multidisciplinar. Es decir, tenemos que estar implicados en la curación y en el tratamiento de estos pacientes, distintos tipos de médicos para ofrecer siempre el mejor de los tratamientos.
Será fundamental la opinión de un oncólogo radioterapeuta, especialista en radioterapia, de un cirujano o bien los otorrinos o bien los cirujanos maxilofaciales, de un oncólogo medico.
Sobre estos tres pilares de tratamientos se ofrecerá el mejor tratamiento curativo y con las menores secuelas o el mejor tratamiento capaz de controlar la enfermedad, siendo lo menos agresivo posible.
En cuanto a los tratamientos, a día de hoy se está mejorando y en los últimos diez años ha habido grandes avances, tanto en las técnicas de cirugía, que cada vez son menos agresivas, abordajes más pequeños consiguen controlar la enfermedad, como técnicas de radioterapia que consiguen curar, dando mucha intensidad de dosis en una zona muy pequeña, con lo cual deja menos secuelas a largo plazo y por suerte han ido apareciendo también nuevos fármacos de quimioterapia y anticuerpos que hacen que se pueda aumentar la tasa de curación y que las secuelas de los pacientes curados o en tratamiento crónico, sean mucho menores.
Fuente: Doctora Lara Iglesias Oncóloga Especialista en tumores torácicos, cabeza y cuello.
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