Quizás haya experimentado en algún momento algo de miedo, pánico, estrés o ansiedad; o tal vez aún está aprendiendo a adaptarse a trabajar desde casa, y pasa mucho tiempo con los miembros de su familia (con niños gritando y pequeños corriendo por casa …), ¡ no está solo!
Estas sensaciones que está experimentando son totalmente normales y naturales.
Dicho de otro modo, no es extraño que no se sienta bien en estos momentos.
El COVID-19 nos tomó por sorpresa y todavía seguimos intentando combatirlo. No es algo que podamos controlar o cambiar; no sabemos cuánto tiempo estará aquí, o si ha venido para quedarse; no podemos cambiar las medidas gubernamentales que se introducen para protegernos…
Hay muchas situaciones sobre las que no tenemos ningún control y, por ello, nos sentimos impotentes y deseamos desesperadamente tener algún control.
Para poder tener esa sensación, es imprescindible aceptar que hay cosas que no están bajo nuestro control.
Para poder hacerlo, primero tenemos que aprender a diferenciar entre dolor y sufrimiento.
El dolor es inevitable. Mientras seas un ser vivo experimentarás diversos grados de dolor. No solo estamos hablando de dolor físico, también incluye dolor psicológico.
Por ejemplo, si recientemente ha experimentado la pérdida de un ser querido, un trabajo o una relación, hay mucho dolor emocional involucrado. Esto sería una experiencia totalmente natural y normal dado el contexto.
¿Y el sufrimiento?
El sufrimiento a menudo agrava la experiencia del dolor. Pero muchos de nosotros no sabemos que el sufrimiento es opcional. Muchas veces, tendemos a asumir este sufrimiento opcional sin saberlo conscientemente. Experimentamos sufrimiento cuando nos negamos a aceptar, o cuando resistimos o luchamos contra las situaciones en las que nos encontramos.
Ahora, centrémonos en la situación actual del COVID-19 y veamos cómo se relaciona con el dolor y el sufrimiento:
Dolor:
es doloroso tener que aprender a adaptarse a los cambios, por ejemplo, al trabajo desde casa. Algunos de nosotros podemos tener espacios de trabajo bastante incómodos en casa o tenemos que adaptarnos al dolor de manejar a los niños pequeños además de hacer malabarismos con las expectativas del trabajo. Eso es doloroso pero también inevitable.
Sufrimiento:
Experimentamos sufrimiento cuando decimos cosas como…
«¿Cuánto va a durar esto?», «No puedo creer que esto esté sucediendo»
«¿No hay otro manera de enfrentarse a esto? «,» Este virus está tardando demasiado, ¿cuándo va a terminar? »
O cualquier tipo de discusión o lucha para aceptar la situación y los cambios que a ella acompañan.
Si bien es posible que no podamos eliminar por completo el dolor asociado con la experiencia, es posible que tengamos una mejor oportunidad de eliminar el sufrimiento que experimentamos si aprendemos a aceptar la situación como lo que es: no es permanente; ha venido, y del mismo modo, se irá.
Otra forma de gestionar esta situación es preguntarnos: «¿Qué valores son importantes para mí?», «¿Quién quiero ser como persona?» o «¿Qué tipo de valores quiero inculcar a mis hijos?».
Digamos, por ejemplo, que la paciencia es un valor importante para usted.
Quizás esta sea una buena oportunidad para practicar un poco de paciencia cuando se enfrente a las situaciones cotidianas en casa. En ese momento, sí se vuelve estresante cosas como tener una reunión, que su hijo corre y grita de fondo; tal vez pueda dar un paso atrás, respirar, explicarle con calma a su hijo que necesita trabajar y que estará con él en media minutos.
Pasos que deberíamos tomar:
- Concéntrese en lo que está bajo su control: Cosas como las actividades agradables que podemos hacer en casa, los ambientes saludables que podemos establecer entre trabajar y pasar tiempo con nuestra familia, lo mismo da que queramos hornear o hacer jardinería o incluso dar un paseo.
- Reconocer y aceptar nuestros pensamientos y sentimientos con franqueza, curiosidad, amabilidad y compasión.
- Volver a centrarnos en nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo físico y nuestro cuerpo emocional y mental, nuestra mente mental, en realidad están conectados de manera bastante profunda e intrincada.
- Comprometernos con el momento que estamos y todas nuestras sensaciones.
- Recordar nuestros valores
- Sonreír y aceptar la situación con nuestro mejor ánimo
También te puede interesar
¿ Cuales son los síntomas de la ansiedad ?
¿Eres infiel?
¿Pseudología fantástica o fantasía?