En su forma más extrema supone conductas ofensivas y ataques.
Entre muchas de las características de las personas agresivas, podemos citar las siguientes:
-. Las personas agresivas expresan sus emociones, sus sentimientos y opiniones de forma hostil, sin respetar a los demás, pudiendo llevar a cabo conductas agresivas.
-. Son personas que pueden mostrarse seguras de sí mismas. Pueden resultar directas y sinceras pero de forma inadecuada.
-. A la hora de resolver problemas, los toman como un combate donde la única opción es ganar. Si ante un conflicto ceden creen que han perdido.
-. Al mismo tiempo, a la hora de resolver un enfrentamiento, confían en exceso en la imposición o la violencia.
-. No tienen en cuenta, ni respetan los derechos e intereses de los demás.
-. No se sienten, ni se hacen responsables de las consecuencias negativas que tiene su comportamiento agresivo para los demás, ni para ellas mismas.
-. Pueden llegar a sentirse bien en el momento en que muestran su conducta hostil, pero este comportamiento a medio o largo plazo tiene consecuencias negativas también para ellas.
-. Justifican su conducta agresiva en nombre de la sinceridad, del sentido común. Creen que su comportamiento es deseable porque son sinceras, no les importan las formas y dicen lo que piensan sin ponerse en el lugar de la otra persona.
-. Generalmente la conducta agresiva suele ser verbal, aunque puede ser física también. Esta agresividad verbal puede ser directa o indirecta. Hablaremos de una agresividad directa cuando realizan comentarios, amenazas,… En cambo, la agresividad será indirecta cuando se usen comentarios sarcásticos.
La conducta agresiva y la ira están íntimamente relacionadas. Estas dos suelen ser resultado de una carencia de asertividad en la persona, o lo que es lo mismo, de no saber defender los derechos propios de una manera adecuada.
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