Una vez un paciente es diagnosticado de diabetes, una de las primeras cosas que hacemos, es poner en contacto al paciente con nuestros especialistas en nutrición.
La nutrición es uno de los pilares del tratamiento de esta enfermedad, independientemente del tipo de diabetes del que estemos hablando.
En el caso del diabético tipo 1 lo fundamental es individualizar la dieta, en función de las características y la vida cotidiana del paciente, puesto que hay que conjugar tanto la alimentación, como las múltiples inyecciones de insulina que habitualmente es necesario utilizar para el control de esta enfermedad.
Una vez que conseguimos educar nutricionalmente al paciente, nuestra intención es conseguir que el paciente, llegue incluso a lo que llamamos contabilización de intercambios de hidratos de carbono, que es lo que nos va a permitir una mejor terapia en cuanto a la flexibilidad de la insulina.
En el caso del diabético tipo 2, en la mayoría de los casos acompañados por obesidad, uno de los factores a conseguir, es la disminución del peso del paciente y por tanto el objetivo fundamental, es conseguir un balance negativo en cuanto a la ingesta calórica, que nos permita conseguir un buen control ponderal de la enfermedad, para ello nuestros equipos nutricionales van a individualizar esta nutrición en el paciente, mejorando y modificando hábitos que nos puedan hacer conseguir el buen control ponderal del paciente con diabetes tipo 2.
Doctor Javier Escalada, Especialista del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra
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