Ello supone que siete u ocho millones de personas en nuestro país padecen enfermedades reumáticas: Artrosis, Artritis, Fibromialgia. Esta ultima, casi un millón de personas, mayormente mujeres, sufren dicha dolencia.
Las articulaciones de nuestro organismo, pueden doler e inflamarse y habría que distinguir dos conceptos:
Artrosis que supone una enfermedad crónica, degenerativa del cartílago articular, que no va asociada a inflamación.
La artritis, por otro lado, supone una inflamación, dolor, rigidez y deformidad de nuestras articulaciones, una o varias, y son conceptos muy frecuentes en nuestra sociedad.
Ello supone quizá el cincuenta por ciento de las bajas laborales de nuestro país, con lo que supone a nivel tanto familiar, social, como laboral.
Las unidades de dolor disponen, en conjunto con las unidades de rehabilitación, reumatología y traumatología, de posibilidades de tratamiento de dichas enfermedades encaminadas no a la curación, pero sí a la mejoría de su calidad de vida.
Entre ellas disponemos de tratamientos farmacológicos, diferentes tipos de antiinflamatorios, analgésicos derivados de la morfina, tipo opioides u otros fármacos.
Así mismo, también disponemos de técnicas mínimamente intervencionistas, como bloqueos específicos para las articulaciones, nervios que afectan a dicha articulación y en casos extremos, podemos incluso realizar cirugía.
Fuente: Doctor Juan Pérez Cajaraville, Responsable de la Unidad del Dolor de la Clínica Universidad de Navarra
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