Los niños son el futuro, pues bien el futuro que se avecina respecto al sobrepeso y la obesidad es alarmante. Un niño con sobrepeso u obesidad es, muy probablemente, un adulto obeso.
Según datos del programa THAO, un 28.3% de los niños entre 3 y 12 años tiene exceso de peso. Una cifra que a mi parecer es muy elevada. Estos datos son solo los aportados por este programa, por lo que es posible que la cifra varíe a nivel nacional. En 2010 según la OMS (Organización Mundial de la Salud) había 42 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo.
¿Pero quién tiene la culpa de esto? ¿La industria? ¿El gobierno? ¿Los padres?
Pues yo creo que todos.
Está claro que los niños son muy vulnerables frente a la publicidad, que el gobierno podría tomar medidas más importantes para frenar esta situación, y que muchos padres no son realmente conscientes de la importancia de una correcta alimentación a edades tempranas.
Los hábitos alimentarios se empiezan a interiorizar ya desde pequeños, y por supuesto es muy importante predicar con el ejemplo, es fundamental educar en unos hábitos correctos tanto de alimentación como de actividad física, ya que lo que aprendan desde la infancia se va a mantener durante toda la vida.
¿Por qué es tan importante prevenir el sobrepeso y la obesidad infantil?
A parte de que es muy probable que un niño obeso sea un adulto obeso, también se relaciona el exceso de peso con la posibilidad de desarrollar diabetes y enfermedades cardiovasculares en la infancia, así como muerte prematura y discapacidad.
La prevención es fundamental, debemos fomentar una dieta equilibrada y la práctica de actividad física diaria en niños.
El gobierno tiene puesta en marcha ciertas campañas para fomentar actividades saludables en la población infantil, tales como la estrategia NAOS y la nueva “Activilandia” una nueva web en la que se trata de promover hábitos saludables y el ocio activo, o el código PAOS para regular la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a menores. Yo personalmente creo que puede hacer mucho más desde las instituciones.
¿Cómo debe ser la alimentación en la infancia?
Los 6 primeros meses de vida el niño debe alimentarse de lactancia materna, no hay mejor alimento que la leche de una madre. Después de los 6 meses lo ideal es complementar la lactancia materna con la introducción paulatina de otros alimentos, cada pediatra va indicando las pautas a seguir para ir introduciendo estos alimentos en la alimentación del niño.
Poco a poco el niño irá conociendo sabores y texturas nuevas, debemos intentar mantener unos horarios fijos para las comidas así como repartir la ingesta en 4 o 5 tomas al día. Utilizar aceite de oliva como grasa principal.
Muy importante, nunca se deben utilizar los alimentos como premio ni como castigo, el típico si te portas bien te doy un caramelo o si te portas mal hoy no te compro un helado. Esto refuerza una conducta negativa que fomenta el consumo de golosinas y demás alimentos que deberían ser de consumo ocasional y evitar el picoteo entre horas, especialmente de este tipo de productos.
La dieta de un niño debe ser lo más baja posible en azúcar y evitar la bollería industrial, snacks y golosinas.
Debe ser rica en frutas, verduras y hortalizas, legumbres, lácteos, en definitiva la dieta mediterránea, acostumbrar a los más pequeños al consumo de cereales integrales e incluir alimentos de todos los grupos, tanto carne como pescado, huevo…
La bebida de elección siempre debe ser el agua en las comidas y, los zumos siempre es mejor tomarlos naturales, recién exprimidos a partir de fruta fresca.
Se deben consumir 5 raciones de fruta y verdura al día, el desayuno debe incluir fruta, algún lácteo e hidratos de carbono como pan, galletas o cereales.
Para la merienda evitar llevar a la salida del colegio bollería industrial ni snacks fritos que además contienen mucha sal y grasa, mejor un bocadillo de los de toda la vida, adecuando el tamaño de la ración a cada niño.
Las cantidades van cambiando en función del crecimiento del niño, lo mejor es seguir las pautas que va dictaminando el pediatra o el nutricionista infantil e ir adecuando la ingesta a cada etapa de crecimiento.
Los platos deben ser elaborados en casa y evitar los alimentos procesados y evitar la comida rápida.
Y para terminar recordar, que es muy importante dar un buen ejemplo a los hijos, evitar el sedentarismo, las consolas, videojuegos y televisión que hacen que se reduzcan significativamente las horas que los niños deberían pasar jugando y corriendo o haciendo deporte.
Además cuanta más televisión ven, más les bombardean con publicidad de alimentos que son de consumo ocasional.
El deporte y la actividad física así como una dieta adecuada son clave para prevenir el sobrepeso y la obesidad tanto en la infancia como en la adolescencia, y así evitar ser obeso de adulto.
Bibliografía
La obesidad infantil se estanca en España pese a la crisis (ABC.es)
10 Datos sobre la obesidad (Organización Mundial de la salud)
Guía de Alimentación infantil y juvenil (medicadiet.com)
Sobrepeso y obesidad infantiles (Organización Mundial de la salud)
Alba María Henares Esteban, Diplomada en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad Complutense y Técnico Superior en Dietética.
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