El Departamento de Investigación de la Universidad de Helsinki (Finlandia) ha descubierto una molécula que tiene el potencial tanto de aumentar los niveles de dopamina, el químico que se pierde en la enfermedad de Parkinson, como de proteger las células cerebrales productoras de dopamina de la muerte.
Los resultados del estudio que se publicaron en la revista ‘Movement Disorders’, mostraron un aumento de los niveles de dopamina en los cerebros de los ratones tras la inyección de la molécula BT13, que también activó un receptor específico en los cerebros de los ratones para proteger las células.
Actualmente ningún tratamiento ofrece una cura definitiva para la enfermedad, sino que abordan temporalmente los síntomas, sin poder retrasar o evitar la pérdida de dichas células. Por lo que la reducción de dopamina continúa y puede dar lugar a otros síntomas.
Habitualmente, cuando se diagnostica el Parkinson, las personas ya han perdido entre el 70 y el 80 por ciento de las células productoras de dopamina, responsables de la coordinación del movimiento. Aunque los tratamientos actuales enmascaran los síntomas, no hay nada que pueda frenar su progresión o evitar que se pierdan más células cerebrales, y a medida que los niveles de dopamina siguen bajando, los síntomas empeoran y pueden aparecer nuevos síntomas.
Dicho estudio se basa en investigaciones anteriores sobre otra molécula que se dirige a los mismos receptores en el cerebro, el factor neurotrófico derivado de la línea celular glial (GDNF), un tratamiento experimental para el Parkinson. Aunque los resultados no fueron claros, el GDNF ha demostrado ser optimista para restaurar las células dañadas durante el Parkinson.
Sin embargo, la proteína GDNF requiere una compleja cirugía para aplicar el tratamiento en el cerebro porque es una molécula grande que no puede cruzar la barrera hematoencefálica, una barrera protectora que impide que algunos medicamentos lleguen al cerebro. La BT13, es más pequeña y capaz de cruzarla. De este modo, se podría administrar más fácilmente como tratamiento si se demuestra que es beneficiosa en más ensayos clínicos.
Ahora los investigadores están trabajando para mejorar las propiedades de BT13 para mejorar su eficacia y proceder con las pruebas para su posterior distribución.
“Uno de los mayores desafíos para la investigación del Parkinson es cómo hacer que las drogas pasen la barrera hematoencefálica”, indica el profesor David Dexter, director adjunto de Investigación en Parkinson, Reino Unido, “por lo que el descubrimiento emocionante de BT13 ha abierto una nueva vía para que la investigación explore, y la molécula es muy prometedora como una forma de desacelerar o deja de Parkinson”.
También te puede interesar
¿Hipocondría o imaginación?
Fibromialgia
Miedo a salir a la calle o agorafobia