Si nos hubieran dicho hace 3 o 4 años que seríamos capaces de crear tejido cerebral humano a partir de células madre para poder estudiar enfermedades neurológicas no nos lo hubiéramos creído.
Nada más lejos de la realidad; científicos del Instituto de Biotecnología Molecular de Austria y de la Universidad de Bonn en Alemania, han desarrollado este tipo de experimento en un tubo de ensayo y esto ha sido posible gracias a un cultivo tridimensional.
Mediante la utilización de células madre en el proceso, los científicos han conseguido convertir estas células en órganos cerebrales, o lo que es lo mismo, en “mini-cerebros”. Estos cerebros con el tamaño de un guisante, desarrollan de forma espontánea estructuras y capas neuronales del córtex.
A su vez, han creado una serie de condiciones para que se pudiera desarrollar un trastorno neuronal y así saber cómo tratarlo e identificarlo.
Madeleine Lancaster y Juergen Knoblich, dos de los científicos presentes en este experimento, han declarado que es algo realmente asombroso.
Es realmente extraordinario el hecho de que científicos hayan podido crear un cerebro que pueda pensar, sentir y reconocerse por sí mismo con la simple manipulación de células madre. Actualmente podríamos asegurar que es la estructura más compleja de la que disponemos en nuestro alrededor.
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