Existe una proporción pequeña pero importante, a los que con el paso del tiempo o incluso en meses posterior a la cirugía, se detecta que alrededor de la válvula implantada se produce un escape, conocido como fuga o leak paravalvular, que hace que la sangre además de pasar por el interior de la válvula, atraviese este orificio en el momento que no debe.
Ésto puede conllevar al paciente a problemas serios, de ruptura de los hematíes, conocido como hemolisis. Con lo cual los pacientes van anemizándose progresivamente o también el paso de la sangre a través de este orificio, que pueda provocar insuficiencias importantes mitrales o aórticas. Sobre todo las mitrales pueden llegar a ser muy severas y condicionar la incapacidad por parte del paciente de poder llevar una vida normal.
Hace años la única posibilidad de arreglar esto era llevar al paciente de nuevo a una cirugía. El cirujano cambiaba esta prótesis que estaba funcionando mal, por esta fuga o leak paravalvular, por otra nueva.
En el servicio de hemodinámica disponemos actualmente de unas técnicas mediante las cuales podemos, introduciendo catéteres por la vena femoral y por la arteria femoral, poder atravesar estos orificios o leaks o fugas y, estableciendo unos circuitos complejos, con catéteres y guías, el poder obstruir esta fuga con tapones vasculares que están diseñados de alguna manera para poder ser utilizados con estas técnicas y permitirían la obstrucción de, en ocasiones, de uno o dos o entres como hemos tenido oportunidad de hacerlo, de obstruir estos orificios y mejorar drásticamente la sintomatología del paciente. Desapareciendo la insuficiencia cardíaca y la hemolisis, pudiendo permitir una vida normal.
Fuente: Doctor José Calabuig, Especialista del Departamento de Cardiología de la Clínica Universidad de Navarra
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