“Home Office” es un término que se está utilizando cada vez más en el argot laboral y empresarial. Su traducción literal seria “oficina en casa”, pero en realidad su concepto es más amplio. Se refiere a la opción de trabajar desde un lugar remoto y alternativo al de nuestra estación o puesto de trabajo, como por ejemplo, el hogar.
Tanto las grandes empresas como las medianas y pequeñas, están tomando conciencia de las grandes ventajas de este sistema de trabajo.
Los beneficios para las empresas pasan por una considerable reducción de costos hasta la posibilidad de contratar empleados en cualquier lugar del mundo.
Esto vale también para los trabajadores, quienes además ahorran dinero al prescindir de los gastos de transporte y alimentación.
El líder el en tecnología de videoconferencia inmersiva Owl Labs, realizo una encuesta entre unos 1200 trabajadores estadounidenses con edades entre los 22 y los 65 años. Los resultados mostraron aspectos muy interesantes con respecto al Home Office:
- 62% trabaja de manera remota, a tiempo completo o parcial.
- 22% manifestó estar más a gusto con sus labores.
- 79% están más enfocados y son más productivos.
- 78% expresaron sentirse menos estresados mientras trabajan.
Es evidente entonces como mejora el estado anímico y la lealtad de los trabajadores hacia sus empresas y empleadores. Pero esta alternativa requiere de algunas condiciones de adaptación que, de no ponerse en práctica, pudieran resultar en una menor productividad. Con seguir algunas recomendaciones que sugieren los expertos en esta materia, se puede hacer Home Office y realizarlo de la mejor manera.
Define tu espacio de trabajo
Define un espacio de tu casa como tu estación de trabajo tomando en cuenta la iluminación, la ventilación y la mayor privacidad que sea posible.
Esta será tu estación de trabajo por lo que debes dotarla de los requerimientos mínimos como un escritorio funcional, una silla cómoda y conexión a internet. Mantén tus artículos de oficina a mano y procura ser escrupuloso con el orden y la limpieza.
Establece una rutina
Es de suma importancia establecer una rutina que va desde el momento de levantarse hasta el de irse a dormir. Cuando trabajas en casa te ves sometido a la tentación de pasar más tiempo en la cama o ver algún programa en horas de trabajo.
Establece una rutina profesional, levántate a la misma hora, dúchate, desayuna y vístete como si fueras a salir. Nunca trabajes en pijama ya que tu cerebro relaciona esta prenda con descansar y dormir.
Fija tu horario laboral
Establece un horario de trabajo acorde con tu personalidad y respétalo, tanto para el comienzo como para el fin de la jornada. Así como debes evitar las distracciones y el retraso para comenzar con tu labor, también es relevante la disciplina para desconectarte.
La sensación de rendimiento y productividad pueden llevarte a trabajar en exceso, lo cual afectaría tu salud en el corto plazo.
Familia y distracciones
Hazle entender a las personas que cohabitan contigo que requieres de su comprensión y colaboración para poder realizar tu trabajo sin interrupciones. Infórmales cuales serán tus horas de trabajo y cuales las horas disponibles para el resto de las actividades y sociabilizar.
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