La rosácea su tratamiento

La rosácea es una enfermedad inflamatoria que afecta más frecuentemente a mujeres.

Afecta hasta el diez por ciento de la población con piel clara.

Se produce una inflamación de las unidades pilosebáceas de la cara y lo que provoca son, lo que llamamos pápulas y pústulas, es lo que el paciente llama granitos.

Y también se produce una reactividad exagerada de los capilares de la piel, eso se ve como unos vasos rojos dilatados, de forma continua, sobre todo en las mejillas y una tendencia a presentar un enrojecimiento en algunas situaciones.

El enrojecimiento, aumenta con la ingesta de alcohol, con las comidas muy calientes o picantes y con los cambios de temperatura.

Para tratar la rosácea, lo primero es evitar los factores que desencadenan el enrojecimiento de las mejillas sobre todo, si es posible los cambios de temperatura y la exposición muy prolongada al calor.

Aparte se utilizan tratamientos tópicos, son sobre todo antibióticos que se utilizan como tratamiento único en casos muy leves y en tratamiento combinado en casos que son un poco más severos.

El tratamiento oral, consiste sobre todo en antibióticos y también puede utilizarse isotretinoína, que es el mismo medicamento que se utiliza para el acné, aunque en el caso de la rosácea es algo menos eficaz.

Tanto el tratamiento tópico como el tratamiento oral, ayudan a mejorar las lesiones inflamatorias (los granitos), pero no afectan al enrojecimiento de las mejillas, este enrojecimiento hay que tratarlo después, aplicando laser, suele necesitarse dos o tres sesiones y se aconseja no realizarlo en verano.

Y después del tratamiento, es muy importante que el paciente evite la exposición al calor o a cambios bruscos de temperatura, porque si no, aunque parezca que está curado, podrían volver a aparecer alguno de los vasos.

Fuente: Doctora Leyre Aguado, Especialista del Departamento de Dermatología de la Clínica Universidad de Navarra