El dieciséis por ciento de la población de más de sesenta años tiene síntomas de artrosis. La curación de esta enfermedad todavía no es posible, pero sí se han dado firmes pasos en la mejora de la calidad de vida. El tratamiento con células madre está abriendo un camino esperanzador.
A día de hoy las terapias celulares que podemos utilizar en la clínica humana, son proteínas procedentes de las plaquetas, que son unas células que tenemos en la sangre. Son los llamados factores de crecimiento.
Éso por una parte, que tienen un poder antiinflamatorio muy potente y que se está demostrando muy eficaces en el tratamiento de los síntomas de la artrosis.
Por otra parte, podemos utilizar otros tipos de células, que cultivamos en el laboratorio, habitualmente células procedentes del paciente, las llamadas células madre o células madre mesenquimales, que son un tipo de células madre. Con esas células podemos desarrollar otras células similares a las del tejido que queremos regenerar.
Estas células madre, obtenidas previamente de la medula ósea del propio paciente, se introducen en el interior de la articulación.
En el laboratorio de terapia celular, procesamos la médula ósea y las células se aíslan y se cultivan hasta que obtenemos el número suficiente para el tratamiento.
Hay que confirmar y testar y probarla mucho con los diferentes pacientes. Para éso se realizan los ensayos clínicos, en los cuales, son ensayos muy controlados. Se vigila de forma muy estrecha a los pacientes, para ante la sospecha de cualquier reacción adversa, poder actuar. Pero afortunadamente las reacciones o los efectos secundarios son mínimos, fundamentalmente por el hecho de que se trata de células procedentes del propio paciente.
Aunque queda por demostrar que las células madre regeneren tejido, sí que se sabe que:
Mejoran los síntomas de los pacientes y por tanto son una buena solución a medio plazo, para intentar evitar en la medida de lo posible, retrasar la eventual colocación de una prótesis articular de rodilla, de cadera o de cualquier otra articulación.
Fuente: Doctor Gonzalo Mora, Especialista Cirugía Traumatológica y Doctor Enrique Andreu, Laboratorio GMP Terapia Celular ambos de la Clínica Universidad de Navarra
También te puede interesar
Síntomas persistentes después del COVID-19
Síntomas tras pasar la covid 19
La piel electrónica o e-skin