Las legumbres son los frutos de distintas plantas de la familia de las leguminosas. Se caracterizan por ser vainas en cuyo interior se encuentran semillas, las mismas son la parte de la planta que se consume. Estas pequeñas semillas son la fuente de reserva de vitaminas y minerales de la planta. Consumirlas será una buena decisión para la salud, pues sus beneficios son diversos.
El aporte proteico de estos frutos va desde un 20 hasta un 38%, son una mayor fuente de proteínas que la carne. En su composición también se encuentra una importante carga de carbohidratos cerca de un 60%. Divididos entre polisacáridos y oligosacáridos. Por esto las legumbres son una significativa fuente de energía.
Desde el punto de vista de micronutrientes se encuentra hierro, calcio, cobre, folatos, vitaminas del complejo B12. Importantes cantidades de ácido fólico, betacaroteno y por ende vitamina A. Una preparación simple solo a base de leguminosas ya cuenta con las cantidades proporcionadas de elementos necesarios para una sana alimentación.
Aportes importantes al organismo por parte de las leguminosas.
Al ser alimentos tan completos nutricionalmente proporcionan beneficios únicos a cada sistema corporal. Cuentan con folatos y cobre por lo cual tienen acción hematopoyética. Hiero, ácido fólico y complejo B12, por lo cual aumentan el valor de hemoglobina. Alto nivel de proteínas y carbohidratos que permiten el desarrollo de masa muscular y fuente de energía.
Para personas con una elevada demanda de energía como atletas está perfectamente indicado su consumo. Es el mismo caso para pacientes con déficit nutricional. Su consumo también se indica en animales de granja, pues ayuda mucho en su mantenimiento y cría.
La vitamina C no está muy presente en esta familia, sus niveles son bastante bajos. Se encuentra únicamente en los brotes o germinaciones de las leguminosas o cuando el fruto aun esta verde. Para poder asimilar todo el hierro en ellas contenido se requiere de la adición de hierro por otras vías.
La distribución y uso de las legumbres en países con pobreza extrema es una buena forma de luchar con la hambruna. En casos de pacientes con desnutrición se emplea el uso de geles y concentrados a base de maní que los ayuda a ganar rápidamente masa muscular. Aumentan sus niveles séricos de minerales y recuperan su energía.
Para evitar el exceso de gases que en algunas personas estas provocan, se recomienda dejarlas en remojo por 24 horas antes de cocinarlas. Esto ayuda a hidrolizar los carbohidratos que superan la capacidad natural del intestino y mejorar su digestión, evitando la desagradable expulsión de flatulencias.
Mitos sobre las legumbres
Es común escuchar que las preparaciones a base de legumbres aumentan rápidamente de peso a la persona. Esto es una afirmación bastante lejana a la realidad, el aporte calórico y por ende el aumento de peso no está relacionado con la legumbre. El problema viene con los aditivos que se suelen añadir a su caldo, como panceta, tocino etc. Así como los acompañantes con los que se suele servir.
También te puede interesar
Cetosis, qué es y qué supone en nuestro organismo
Bulimia nerviosa: qué es y qué la provoca
La sal en nuestra alimentación