Un punto gatillo miofascial, es un nódulo hiperirritable de dolor focal a la presión, que se encuentra dentro de una banda tensa palpable de un músculo esquelético.
Nos referimos a sensación de quemazón, sensación de pinchazo, hormigueo o cualquier otra cosa que no se quede bajo el punto de presión.
Hay tres criterios mínimos, para el diagnóstico de puntos gatillos miofasciales:
- El primero es el hallazgo de una banda tensa
- El segundo el hallazgo del punto
- El tercero el dolor referido característico
Dentro de la punción seca hay dos tipos de terapias: por un lado está la terapia de punción superficial, en el que utilizamos agujas de hasta trece milímetros y en las que llegamos a tejido muscular subcutáneo; y por otro lado está la terapia de punción profunda.
Así pues, reproducir el dolor característico del paciente, tiene un gran valor diagnóstico y eso lo conseguimos con las técnicas de punción profunda.
Con la punción seca conseguimos dos efectos: uno es el efecto mecánico en el que conseguimos la destrucción de esas placas motoras, que están en disfunción y que conllevan que el músculo se fatigue más de la cuenta o que no tenga tanta fuerza; y por otro lado conseguimos un lavado de sustancias algógenas, que son unas sustancias químicas que hay en exceso y que son las responsables de ese dolor referido del que hemos hablado.
Fuente: Raquel Aguirre, Especialista del Departamento de Rehabilitación de la Clínica Universidad de Navarra
Más historias
TDAH – Trastorno de falta de atención e hiperactividad en niños
Aceites esenciales y eczema
Como tratar adecuadamente con nuestros hijos, la sexualidad durante la adolescencia