Es una afección mental severa que ocasiona cambios drásticos de humor en la persona, así como inestabilidad emocional. Se caracteriza por presentarse con periodos de profunda tristeza y desánimo, y saltar de eso a estados eufóricos y activos. Se le conoció por un tiempo como “depresión maniática”.
Este trastorno se puede presentar tanto en hombres como en mujeres y puede iniciar entre los 15 y 25 años. Quienes lo padecen se ven afectados en aspectos importantes de su vida, como lo social, sentimental, laboral y familiar.
Causas que lo generan.
No se ha establecido con exactitud las causas que originan el trastorno. No obstante, existen varios factores a considerar.
El factor genético juega un papel importante, pues tiene mayor probabilidad de padecerlo quien tenga antecedentes familiares de trastorno bipolar. Investigaciones apuntan a que es posible que exista un gen que sea transmisor de la enfermedad. Sin embargo, la ciencia no logra determinar cual es el gen causante del trastorno.
Otra posible causa, es una anomalía en la estructura cerebral. Los mecanismos bioquímicos en el cerebro se encargan de la regulación de las emociones y del humor. Un desequilibrio en estos componentes causa alteración en los estados de ánimo.
Además, se consideran factores de riesgo aquellas situaciones de mucho estrés, experiencias traumáticas y el abuso de drogas o alcohol. Estos no se consideran como causas del trastorno, pero si, como detonantes de importante relevancia.
Tipos y Síntomas.
EL trastorno Bipolar se clasifica en dos tipos, que se diferencian por el nivel de gravedad en los síntomas. Para entender como se caracteriza cada uno, es necesario explicar los dos episodios por lo que atraviesa la persona. Manía e Hipomanía.
Manía: Se caracteriza por la euforia y la energía que presenta el paciente, e irritabilidad cuando se le lleva la contraria. Pensamientos positivos y fantasiosos, que desencadenan en una psicosis, es decir, el paciente pierde contacto con la realidad.
Hipomanía: Presenta síntomas menos intensos, pero con mayor inestabilidad en las emociones. Es menos grave que la manía, y de hecho, los hipomaníacos son más funcionales que los maniáticos. Aumenta la creatividad y los deseos por iniciar proyectos, que generalmente, quedan inconclusos una vez pasado la fase de exaltación.

Los síntomas relacionados a la manía e hipomanía son:
- Aumento de energía
- Insomnio
- Incremento en la creatividad
- Euforia
- Toma de decisiones de manera impulsiva
- Incremento en el deseo sexual de manera alarmante.
- Nerviosismo e irritabilidad ante la menor situación de estrés.
Ahora bien, los tipos de Trastorno Bipolar se clasifican en:
- Trastorno Bipolar I: Es el tipo más frecuente, caracterizado por fases maníacas y psicóticas. Los pacientes manifiestan alucinaciones y delirios. Así como estados depresivos severos, que incluyen insomnio, pérdida de apetito, apatía e irritabilidad.
- Trastorno Bipolar II: Las fases eufóricas de este tipo son hipomaniacas y con episodios depresivos más intensos. No presenta estados maníacos, y los síntomas psicóticos aparecen en las fases depresivas.
¿Cuál es el tratamiento?
Para los dos tipos de trastorno, el tratamiento es el mismo, asistencia psiquiátrica. El trastorno no tiene cura definitiva, por lo que su tratamiento va orientado a controlar los síntomas. En la mayoría de los casos, los pacientes son medicados, bajo supervisión de un profesional.
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