La gota es un tipo de artritis que aparece cuando los niveles de ácido úrico en el cuerpo son superiores al registro normal. Esto ocurre en los casos en que el cuerpo produce demasiado ácido úrico o cuando el organismo tiene dificultades para eliminar el ácido úrico.
Esto da lugar a la generación de unos “cristales” que se almacenan en el cartílago y los tejidos de las articulaciones periféricas.
El “ataque” de gota aguda es una afección de gran dolor que afecta tan solo a una articulación. En cuanto a la gota crónica, se trata de episodios repetitivos de dolor e inflamación, en los que más de una articulación puede verse afectada.
La gota está causada Cuando se produce un acumulación demasiado grande de ácido úrico en el líquido alrededor de las articulaciones, se forman los llamados cristales de ácido úrico. Estos cristales provocan la inflamación de la articulación y provocan dolor, hinchazón y subida de temperatura en el área afectada. A día de hoy se desconoce exactamente la causa de la gota. Esta enfermedad puede ser hereditaria y los varones, las mujeres posmenopaúsicas y las personas alcoholicas, son más sensibles a padecerla. Por otro lado conforme las personas van envejeciendo, la gota se hace más común.

Pronóstico
Caso de ser diagnosticada al inicio de los síntomas, la mayoría de afectados pueden llevar una vida normal, si realizan el tratamiento de forma correcta.
A nivel general, la gota es más grave si los primeros síntomas se manifiestan antes de los 30 años. El síndrome metabólico y las enfermedades del corazón contribuyen a la muerte prematura en los pacientes afectados por gota.
En algunos casos los tratamientos no son efectivos con los pacientes, y entre las razones se pueden encontrar, la falta de seguimiento del tratamiento, bajas dosis de fármacos y el alcoholismo.
Síntomas
Entre los síntomas de gota aguda se encuentran:
- Solo una o pocas articulaciones están afectadas. Las articulaciones del dedo gordo del pie, la rodilla o el tobillo resultan afectadas con mayor frecuencia.
- El dolor se inicia de repente, en muchos casos por la noche. Es intenso y puede describirse como pulsátil, opresivo o insoportable.
- La articulación está caliente y de color rojo.
- Puede surgir fiebre.
- El “ataque” puede desaparecer después de algunos días, pero puede ser intermitentemente. Los brotes siguientes son de mayor duración.
Tras el primer brote de gota, los pacientes que sufran esta enfermedad no tendrán ningún síntoma. Sin embargo muchas personas podrán tener otro brote en los próximos 6 a 12 meses. Algunos enfermos pueden desarrollar gota crónica, también llamada artritis gotosa. Este tipo de gota puede conducir a provocar daño articular y pérdida de movimiento en las articulaciones. Las personas con esta gota crónica padecerán dolor articular y otros síntomas la mayor parte del tiempo.
Pruebas médicas
Existen diversos tipos de exámenes médicos:
- Análisis del líquido sinovial
- Ácido úrico en la sangre
- Radiografía de la articulación
- Biopsia sinovial
- Ácido úrico en la orina
Cabe recordar que un nivel de ácido úrico en sangre superior a 7 mg/dl (miligramos por decilitro) es alto. Sin embargo no todas las personas con un nivel alto de ácido úrico padecen gota.
Por otro lado la gota puede manifestarse en personas con:
- Diabetes
- Enfermedad renal
- Obesidad
- Anemia drepanocítica y otras anemias
- Leucemia y otros cánceres de la sangre
La gota también puede aparecer después de la toma de medicamentos que impidan la eliminación del ácido úrico del organismo. Las personas que toman algunos medicamentos como hidroclorotiazida y otros diuréticos, pueden tener un mayor nivel de ácido úrico en sangre.
Prevención
Existe la posibilidad de que la gota no se pueda prevenir.
Sin embargo, el paciente puede evitar a toda costa los factores de riesgo que pueden hacer que aparezcan los síntomas de la gota. La toma de medicamentos con el fin de reducir el ácido úrico puede prevenir el progreso de la gota en el organismo.
Tratamientos
El paciente deberá acudir a su especialista más próximo y comenzar a tomar medicamentos para combatir la gota lo antes posible con tal de reducir el dolor si sufre un brote inmediato.
Si los síntomas se agravan, será necesario aumentar la dosis en los días siguientes.
El paciente necesitará otro tipo de medicación en los casos que sufra:
- Varios ataques durante el mismo año o brotes de intensidad muy alta.
- Daño en las articulaciones.
- Tofos.
- Enfermedad renal o cálculos renales.
Otro tratamiento efectivo es cambiar la dieta y estilo de vida para prevenir los ataques de gota:
- Disminuir el consumo de alcohol, en especial la cerveza.
- Bajar de peso.
- Hacer ejercicio de forma regular.
- Reducir el consumo de carnes rojas y bebidas con azúcar.
- Elegir alimentos saludables, como productos lácteos, verduras, nueces, legumbres, frutas y granos integrales (los que menos azúcar contengan).
- Beber café y tomar suplementos vitamínicos también pueden ayudar a algunas personas.
A qué médico ha de dirigirse
El especialista que trata la enfermedad de la gota es el reumatólogo. Este será el encargado de diagnosticar correctamente al paciente y ofrecerle un tratamiento que consiga reducir los niveles de ácido úrico en la sangre, con el fin de que los cristales de urato se disuelvan definitivamente. El reumatólogo considera la gota como una enfermedad que tiene cura, para conseguir este objetivo se debe alcanzar un nivel adecuado de ácido úrico en sangre para conseguir disolver poco a poco los cristales
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