Además, es un órgano multidisciplinar y enormemente plástico que capta infinidad de estímulos e información que le llega desde el exterior. Esta actividad constante que realiza nuestro cerebro le permite mantenerse activo e ir haciéndose fuerte poco a poco, consiguiendo al mismo tiempo un estado adecuado (reserva cognitiva) para hacer frente a determinadas enfermedades que pueden ir surgiendo con los años…
Así pues, la reserva cognitiva es la capacidad que tenemos para hacer frente al deterioro que podemos sufrir frente a determinadas enfermedades, ante la propia vejez y, al mismo tiempo, es lo que nos permite demostrar la agilidad mental que poseemos, nuestra habilidad en memoria, en imaginación, en resolución de problemas, razonamiento,…
Nuestro cerebro tiene la increíble capacidad de encontrar nuevas rutas con las que poder suplir un déficit surgido tras una enfermedad. Gracias a esa reserva cognitiva, una persona que haya sido diagnosticada con Alzeimer, puede tardar mucho más en evidenciar su enfermedad.
Por ello es muy importante mantener una vida activa intelectualmente, ejercitar la mente, cultivarla, facilitar que se mantenga abierta y curiosa, leer, contar con un buen círculo de amistades, dialogar con ellos, intercambiar ideas, emociones, emprender proyectos personales o profesionales,… Todo esto hace que vayamos creando nuevas conexiones neuronales, nuevos caminos, nuevas estructuras,… haciendo que nuestro cerebro se mantenga fuerte y sano.
La reserva cognitiva está asociada a factores genéticos y ambientales. Disponer de un entorno facilitador en el que poder encontrar nuevos estímulos, que nos permita mantener vivo nuestro interés por aprender, por experimentar, por desarrollar nuestras habilidades cognitivas es sinónimo de éxito. Así pues, podíamos definir las bases de una buena reserva cognitiva:
-. Capacidad intelectual, duración y calidad de la educación recibida.
-. Desempeño laboral que hayas realizado.
-. Intereses personales, relaciones sociales,…
-. Propiedades anatomofuncionales del cerebro.
Recuerda que la reserva cognitiva es el resultado de un proceso que se inicia en las primeras etapas de tu vida y que se nutre de todo aquello que vayas haciendo a lo largo de la misma. Por lo tanto, es una capacidad que debes alimentar y estimular constantemente en tu propio beneficio. Haz todo lo que en tu mano esté para mantener tu cerebro fuerte y sano…
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