Como en la zona de la cabeza, dorso de manos, los brazos y se sabe que a lo largo de la vida, pueden evolucionar a carcinoma espinocelular, que es uno de los tipos más frecuentes de cáncer de piel.
Cuando veamos que tenemos una lesión costrosa, que no acaba de curar, en una zona que ha recibido mucho sol, debemos consultar al dermatólogo.
Estas lesiones, se suelen tratar, bien con métodos destructivos, como la crioterapia, curetaje y cauterización, incluso terapias más novedosas, como la terapia fotodinámica y los últimos tiempos, también han salido tratamientos que el mismo paciente se puede aplicar en su casa, para destruir estas lesiones.
Tratando estas lesiones de forma precoz, nos evitamos que en un futuro podamos tener otros cánceres más agresivos como el carcinoma espinocelular.
Fuente: Doctora Maider Pretel, Especialista del Departamento de Dermatología de la Clínica Universidad de Navarra
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