Se considera que aproximadamente el uno por ciento de la población general, presenta algún tipo de úlcera.
Las úlceras más habituales en miembros inferiores, son las úlceras de origen vascular, de éstas, entre el 80 y 90 por ciento, son de origen venoso.
Las úlceras producidas por varices, se consideran el estadío mas avanzado de la insuficiencia venosa crónica y es más frecuente en mujeres que en hombres, en una proporción de tres a uno.
Las úlceras son lesiones secundarias elementales de la piel, que se caracterizan por la pérdida de la epidermis y de parte de la dermis.
La causa principal de las úlceras por varices, es la hipertensión venosa en los miembros inferiores, que es debido a un fallo en el sistema venoso, que se encarga de retornar la sangre desde las piernas hacia el corazón.
Para hacer el diagnóstico de las úlceras por varices, generalmente con la historia clínica y una buena exploración física para detectar los factores de riesgo, suele ser suficiente.
También utilizamos el ecodoppler de miembros inferiores, que es una ecografía de las piernas, que se realiza en bipedestación, es decir de pie.
Se suelen acompañar de edema en las piernas, alteración en la coloración de la piel de alrededor y la existencia de varices.
El tratamiento clásico ha sido la compresión gradual y sostenida, el reposo y la elevación de las piernas.
Aunque este tratamiento siempre tiene el inconveniente de la reaparición de las úlceras una vez que el paciente se reincorpora a su vida normal. La cirugía solo es útil en algunos casos.
Y la escleroterapia con microespuma de polidocanol, que nos permite eliminar las varices, que es la causa principal de la hipertensión venosa en las piernas, es una técnica que en la Clínica Universidad de Navarra viene aplicando desde el año 2001 con gran éxito y que permite la eliminación de todas las varices, independientemente de su localización y de su tamaño, y de si la úlcera esta activa o está cerrada, no requiere ingreso, no requiere quirófano y no requiere interrumpir la vida normal del paciente.
Fuente: Doctor Alfonso Arregui Departamento de Flebología de la Clínica Universidad de Navarra
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