Enfermedades y su tratamiento

Tipos de enfermedades y patologías más comunes y su tratamiento✅ .

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Tratamientos de la encopresis funcional

Debido a la particularidad del trastorno, el niño encoprético puede tender a aislarse y a tener una baja autoestima. Por tanto, el primer paso debe dirigirse a reducir la tensión familiar y a crear un ambiente no punitivo (tranquilizarlo, desculpabilizarlo y desmitificar el trastorno).

-. El tratamiento médico estándar incluye el uso combinado de laxantes y enemas, modificaciones dietéticas e ingestión de líquidos, a los que se añade el seguir una rutina regular para defecar.

-. El tratamiento conductual de la encopresis debe basarse en el tratamiento individualizado de cada caso, decidiendo que comportamientos se deben eliminar y qué otros instaurar.

En general se deben plantear los siguientes objetivos:

-. Enseñar e instaurar las conductas instauradas en la continencia.

-. Instaurar hábitos de evacuación regular.

-. Reorganizar las condiciones ambientales.

-. Corregir las pautas anómalas de defecación.

-. Disminuir las respuestas emocionales.

encopresis41-    El reforzamiento positivo es la estrategia más utilizada en el tratamiento de la encopresis, empleándose tanto para instaurar los nuevos hábitos defecatorios (ej. sentarse en el retrete después de desayunar) como para incrementar la ocurrencia de conductas adecuadas (ej. consumo de fibra ya agua).

Recalco que es importante conocer las características individuales de cada caso para no reforzar conductas, aparentemente adecuadas, pero que pueden provocar consecuencias inadecuadas.

Algunos procedimientos derivados del castigo también son efectivos (ej: el entrenamiento en limpieza cuando el niño se manche: esto incluye lavarse, llevar la ropa al cesto de ropa sucia,…; el coste de respuesta (ej: que la ejecución de esa conducta no deseada tenga una coste para el niño),….

Siempre teniendo en cuenta la individualidad de cada caso.

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Estas dos técnicas suelen emplearse de forma combinada:

1- Poner en la pared del baño una cartulina en la que estableceremos los horarios en los que el niño tiene que sentarse en el retrete todos los días de la semana (tres veces al día después de cada comida principal – desayuno, comida y cena-. El niño debe sentarse unos 10/20 minutos, haga o no haga cacas. Es muy importante sentarlo después de  desayunar, ya que transcurridos unos 10/15 min después del desayuno es cuando más probabilidades tenemos de que se den los movimientos reflejos que facilitan la defecación. Esto supone levantarlo un poquito antes de la cama para que desayune tranquilo y pueda realizar este hábito).

En esa cartulina iremos pegando pegatinas cada vez que el niño se siente 10/20 min en el retrete haga o no haga cacas… De esta forma estamos fomentando la conducta de sentarse en el retrete y damos continuidad al tratamiento. (El niño puede conseguir una pegatina con solo sentarse en el retrete y dos pegatinas si evacua). Conseguidas “X” pegatinas, el niño podrá recibir una recompensa.

Si no conseguimos que alguno de los días se siente, quitaremos la pegatina al horario correspondiente del día anterior (ese será el castigo).

Recordar realizar esta tarea todos los días de la semana, después de cada comida principal.

Algunos médicos recomiendan usar enemas para provocar la defecación y prevenir el estreñimiento, y de restricciones dietéticas y agentes suavizantes para favorecer el tránsito intestinal. En todo caso, dentro del entrenamiento debe preverse la retirada gradual de estos incitadores para conseguir que la defecación quede condicionada a los estímulos fisiológicos que se producen de forma natural.

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-. Es fundamental entender que, mucho más importante que la edad, es el grado de madurez del niño.

Cada caso es único y debe ser tratado como tal.

-. Debemos enseñar pautas y recursos para afrontar las relaciones sociales con sus iguales.

-. Facilitar al niño un entorno terapéutico donde reconocer sus miedos, inquietudes e ilusiones personales.

-. El juego es la base de la terapia en los niños, entendiendo el juego como herramienta terapéutica que ayude al niño a conocerse mejor y a confiar más en sí mismo.