El microscopio fluorescente es un avance para el tratamiento de los gliomas.
Los gliomas son los tumores cerebrales que crecen dentro del propio tejido cerebral, son los tumores cerebrales que llamamos primarios más frecuentes.
Dentro de ellos, se ha demostrado en los últimos años cada vez con más claridad, que la extirpación es parte de un tratamiento multidisciplinar, pero es una parte muy importante y que los pacientes que tienen una extirpación completa de su tumor, son aquellos que tienen mejores oportunidades de tener una supervivencia y de tener una supervivencia con calidad de vida.
En este sentido, uno de los grandes problemas que los cirujanos nos encontrábamos en los últimos años, era la imposibilidad de ver con claridad cuál es el borde del tumor. En este sentido la aportación del microscopio fluorescente ha sido muy importante, porque lo que se ha conseguido es administrarle al paciente un producto que es inofensivo, es cincomino levulínico que es un producto sin riesgos. Este producto es captado por las células tumorales, de una forma muy selectiva.
Una vez que lo captan, dentro de la célula tumoral, se convierte en otra sustancia protoporfirina, que es fluorescente. Fluorescente quiere decir que al iluminarla nosotros con una luz, en este caso una luz azul, la sustancia fluorescente nos devuelve un color rojo intenso, que se diferencia muy bien de todo el tejido no fluorescente que la rodea, que queda en fondo azul.
Entonces cuando uno está viendo un tejido que parece blanquecino, parece todo igual, de repente podemos cambiar a luz azul y entonces el tumor se queda en rojo y el fondo se queda en azul.
Con esta técnica, ésto se ha demostrado primero en Alemania, en un estudio randomizado, que las extirpaciones podían aumentar de un treinta por ciento a casi un sesenta por ciento. Y nuestra experiencia en la Clínica Universidad de Navarra es que empezamos a usarlo en el 2007 y ahora mismo hemos conseguido aumentar prácticamente un ochenta y tres por ciento de los pacientes que operamos ahora mismo por gliomas malignos, quedan con extirpación completa, cuando en la literatura, todavía en la mayoría de los trabajos, hablan en torno a un treinta y siete o cuarenta por ciento.
Con lo cual, supone un porcentaje mucho mayor de pacientes que quedan en la mejor condición posible, para luego recibir un tratamiento multidisciplinar completo.
Fuente: Doctor Ricardo Díaz Valle, Especialista en neurocirugía de la Clínica Universidad de Navarra
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