Los trastornos del movimiento se producen por una alteración en el funcionamiento de unas estructuras del cerebro, que se denominan los ganglios basales, y las manifestaciones son muy diversas.
Quizá la más conocidas y las más habituales por la población en general, son los tics, pero los tics tienen el gran riesgo, que pueden ser confundidos con otro tipo de movimientos como pueden ser distonías o incluso mioclonías.
La distonía se define como una contracción simultánea de los músculos agonistas y antagonistas, que lo que produce en líneas generales son posturas anómalas del brazo, de la pierna, del cuello, de los músculos de la cara, etc.
Las mioclonías, por el contrario, son movimientos que se asemejan mucho a los sobresaltos, y en general la confusión más frecuente suelen ser con los tics o con los temblores.
El tipo de movimiento involuntario del trastorno del movimiento más frecuente en las consultas de neurología, son los tics, no todas las personas que tienen tics sufren una enfermedad neurológica, pero sí tenemos que tener en cuenta que cuando un niño, sobre todo entre los diez y los quince años, empieza con tics muy llamativos o incluso con trastornos del comportamiento, podemos estar ante la presencia de una enfermedad de Guilles de la Taurette, que tiene un tratamiento muy eficaz, que puede hacer que los niños tengan un rendimiento escolar mucho mejor y se integren mucho mejor en lo que es la vida social.
Fuente: Doctora Rosario Luquin, del Departamento de Neurología de la Clínica Universidad de Navarra
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